El destino no es cuestión de suerte, sino de estrategia. El futuro no es algo a esperar, es algo a ser conseguido. Lo reveló Mark Zuckerberg al anunciar el cambio de nombre de la empresa de Facebook a Meta. Lo más importante de este anuncio es la evolución estratégica de Meta, cuya consecuencia será la evolución del internet al mundo virtual metaverso.
La estrategia no resuelve ningún problema de la noche a la mañana; sí genera un rumbo claro hacia un futuro de éxito. También es la mejor forma de huir del turbulento presente, lo sabe Zuckerberg, quien está usando la metodología propuesta por Lafley y Martin, autores del best seller Jugando para ganar. La estrategia de Meta responde las preguntas: ¿Cuál es la aspiración ganadora, ese sueño que persigue la empresa? ¿Dónde jugar, en referencia a los campos en los que ofrecerá sus productos y servicios? ¿Cómo ganar, vinculada a la propuesta de valor? y ¿con qué capacidades (aquellas fortalezas y habilidades a desarrollar)?
El término metaverso se compone de la palabra meta, que viene del griego (más allá), y de verso de universo, que comprende el espacio y el tiempo que abarca todo lo que existe. La aspiración ganadora de Meta es crear y liderar en la próxima década un ‘mundo paralelo’ en el cual habrá bienes y servicios digitales, espacios de interacción social, donde nuestros avatares o gemelos digitales podrán comprar, trabajar, estudiar, jugar, viajar, entre otros.
Con respecto al campo de juego actual, las redes sociales de Meta están seriamente amenazadas, sus usuarios están envejeciendo, los adolescentes y veinteañeros prefieren otras redes como TikTok. Otra amenaza es la vulnerabilidad por la dependencia de Apple y Google, empresas que dominan las plataformas hoy. Y, no menos importante, el riesgo político frente a las regulaciones y legislaciones sobre el manejo de la información y la privacidad. Si Meta quiere seguir siendo ganador, debe buscar un nuevo lugar para jugar. La mayor oportunidad son los millones de usuarios de sus plataformas y las nuevas generaciones que están muy habituadas al mundo digital. Fortnite es un ejemplo de ello, 350 millones de chicos jugaron en línea en todo el mundo en el 2020.
Meta sabe que se gana el juego creando experiencias integrales e inmersivas y para ello aprovechará las tecnologías existentes como blockchain, el poder de cómputo para procesar y analizar la data, cascos de realidad virtual, semiconductores, sensores, almacenamiento, entre otras. Meta ya ha dado pasos importantes, adquirió en el 2014 Oculus, una empresa dedicada a la realidad virtual, lanzó su propia billetera virtual llamada Novi y trabaja en la creación de su criptomoneda denominada Diem.
Meta está inspirando a sus colaboradores a soñar en una nueva empresa, a la par que se reorganiza y construye fortalezas y habilidades, ya tiene más de 10.000 personas trabajando en realidad aumentada e invertirá 10.000 millones de dólares en los próximos años.su criptomoneda denominada Diem.
Las estrategias ganadoras siempre incomodan a todos, a los líderes y sus colaboradores, a la sociedad. Si no nos escapamos de la gravedad del presente y nos arriesgamos a lanzarnos al futuro, lo más probable es que vayamos al inverso. La jugada de Zuckerberg es una gran lección de estrategia que deberíamos asimilar rápidamente. (O)